¿Sabías que los macrodatos han tenido un papel fundamental en el desarrollo de las vacunas contra el COVID? También están detrás de multitud de soluciones relacionadas con la movilidad, las telecomunicaciones o nuestro ocio. El Big Data tiene la respuesta para casi todo. Incluso para ayudar a frenar el cambio climático.
El 30 de diciembre de 2019, cuando apenas se había oído hablar del COVID, la startup BlueDot advertía de un posible brote de “neumonía inusual” en Wuhan y alertaba de su posterior salto a Bangkok, Seúl, Taipei y Tokio. Para realizar tal pronóstico, se basó en datos de cientos de miles de fuentes, como declaraciones de las organizaciones oficiales de salud pública, noticias de actualidad en tiempo real (¡en 65 idiomas diferentes!), rutas de vuelos comerciales a nivel mundial y datos demográficos de la población.
Una vez detectado el virus, el siguiente paso es encontrar los medicamentos para atajarlo. Aquí el uso de los datos también juega un papel fundamental. Investigadores del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, en Estados Unidos, a través del supercomputador Summit (el ordenador con mayor capacidad de procesamiento de datos del mundo) simulan hasta 8.000 compuestos en un sólo día con el objetivo de hallar una solución lo más rápido posible. También las aplicaciones de rastreo que se han usado durante este último año han permitido alertar a los usuarios cuando han tenido contacto con un positivo o identificar zonas donde la tasa de contagio es mayor.
¿Cómo se consigue captar e interpretar todos estos datos en tiempo récord? La respuesta está en la digitalización que, a día de hoy, no solo permite recopilar cantidades ingentes de datos, sino también almacenarlos y catalogarlos para, posteriormente, usarlos de una manera eficiente y ordenada, y obtener así el máximo rendimiento a la información que nos facilitan.
El uso de los datos en el ámbito de la salud ha hecho posible que se acelere el desarrollo de soluciones médicas o la detección de posibles variantes del virus durante esta crisis sanitaria. Pero la aplicación del ‘Big Data’ está presente, mucho más de lo que imaginamos, en casi cada esfera de nuestra vida (educación, deporte, movilidad, telecomunicaciones…), llegando a simplificar nuestras rutinas y personalizando al máximo nuestra experiencia como usuarios en multitud de servicios.
Fuente: El Mundo