Su efecto dependerá del tipo de negocio que le ocupe.
Tampoco hay que desatender la economía personal.
Al igual que el resto de la ciudadanía, uno de los colectivos que más está sufriendo el golpe de la inflación es el de los autónomos. Estos trabajadores lo pueden percibir, además, en un doble sentido: tanto en el lado de los gastos como en materia de ingresos.
Sin embargo, el impacto de esta inflación nunca será igual en un negocio que en otro. Por eso es importante atender a la propia naturaleza de nuestro negociado para, después, elaborar una serie de líneas de actuación que permitan protegerse, en cierta medida, del aumento de los precios.
La asesoría especializada Declarando apuesta por estudiar cuál es la influencia de la inflación en nuestro negocio. «Se trata de ver en qué medida está afectando a los gastos del día a día de nuestra actividad, de analizar la inflación personal», resume Juanjo Traver, economista y cofundador de Declarando.
Pero no solo eso: para el autónomo es igual de importante conocer cómo le afecta la inflación en el plano personal debido a que una bajada en sus ingresos, acompañada de un aumento del nivel de vida, puede abocarle a una situación económica muy complicada.
Por todo este delicado cóctel es clave tener en cuenta qué comportamientos pueden ser de ayuda de cara al negocio personal. Declarando apunta hasta cinco consejos que significan un apoyo importante en estos tiempos de inflación:
Analizar el impacto de la inflación en el negocio.
Todo dependerá del negocio en sí y qué gastos conlleva: la inflación no afectara igual a un autónomo cuya actividad obligue a adquirir bienes que se han visto especialmente ‘tocados’ por una subida de los precios que a otros que puedan torear mejor ese impacto en los precios.
Cambiar la estrategia de fijación de precios.
Es de manual: si los costes suben pueden obligar a los autónomos a modificar los precios para mantener el margen de beneficio estimado o como mínino no perder dinero. En este punto surge un problema para el autónomo, ya que es importante cómo se encara la subida de los precios.
A menudo, los clientes son renuentes a pagar de más, por lo que el autónomo tendrá que asociar esta subida a alguna mejora en el servicio o producto, un valor extra que justifique el aumento. Algo que tendrán más complicado los sectores con menor flexibilidad o mayor competencia.
Fuente: El Economista