Creativo, proactivo, resiliente, observador, con experiencia y formación, buen vendedor, comunicador, innovador, inconformista, trabajo en equipo, flexible a los cambios, optimista, con habilidades transversales, apasionado y humilde…
La respuesta pasa por entender qué es el éxito para ti. ¿Riqueza, reconocimiento, crecimiento…? Cada respuesta puede tener un camino, pero todos ellos deben partir de cómo ser un buen emprendedor. Son muchas las cualidades y habilidades que debe tener un buen emprendedor. Tenerlas todas es muy complicado, por no decir imposible. Pero si te faltan algunas, rodéate de talento emprendedor. Hemos hablado con una veintena de expertos para que definan cómo debería ser un emprendedor de éxito:
1) Emprendedores proactivos y resilientes.
La diferencia entre un proyecto que funciona y otro que no está en quién lo gestiona: en sus cualidades, en sus habilidades, en sus conocimientos, en sus experiencias, en sus decisiones… Todo eso hará que un proyecto avance hacia el camino del éxito o hacia el desastre más absoluto.
Alberto Fernández, profesor de los departamentos de Contabilidad y Control y de Iniciativa Emprendedora del IESE, subraya que “si nos detenemos a analizar los emprendedores que han tenido éxito, podemos extraer varias características que comparten. En primer lugar, la proactividad para saber moverse y no paralizarse ante las muchas adversidades que encontrarán al intentar sacar su idea adelante. Los emprendedores deben ser proactivos a la hora de buscar clientes, talento para sus compañías o financiación, entre otras cuestiones. Por ello, también tienen que dominar una vertiente comercial para convencer a las personas de que su proyecto vale la pena”.
Por otro lado, la resiliencia y la capacidad de observar y descifrar la realidad, dos cualidades que deben ir unidas. “Un emprendedor tiene que estar comprometido con el proyecto y ser resiliente ante las adversidades, pero también debe ser capaz de observar la realidad, analizarla y extraer conclusiones para cambiar el rumbo y pivotar cuando sea necesario”.
Fernández recuerda que el superman o superwoman no existen en el ecosistema emprendedor, “por eso, es necesario reunir talento en el equipo y saber liderarlo. Un emprendedor no puede recorrer el camino solo, tiene que escuchar a su equipo y ser capaz de recibir inputs de muchas fuentes distintas que le ayudarán con su proyecto en cualquiera de las fases que esté. Además, la experiencia es un valor al alza, ya que tener una trayectoria profesional puede ayudar porque es más fácil establecer alianzas, conocer ya inversores, etc.”.
Para Carlos Delgado, CEO de Level Up Escuela de Negocios, “emprender significa muchas cosas, pero nos lleva, casi siempre, a sentir emociones bonitas o positivas. Ilusión, felicidad, sueños, esperanza, ambición, renovación, superación, alegría, confianza… son algunas de las emociones que todo emprendedor tiene en su cabeza cuando arranca un nuevo proyecto. Esas emociones son estrictamente necesarias para poder arrancar, pero esa motivación vacía no sirve para nada. Detrás de la motivación, necesitamos, principalmente, dos tipos de capacidades: habilidades de liderazgo y conocimientos empresariales”. En su opinión, las características que acompañan a todo emprendedor con resultados llamativos son:
2) Habilidades de liderazgo.
Gran comunicador. “Es la habilidad más destacada e importante de los grandes líderes. Tendrás que explicar tu nuevo negocio y tus nuevos productos o servicios a mucha gente. Desarrolla tus habilidades de comunicación como elemento clave para emprender”.
Innovador. “Te enfrentarás a situaciones tremendamente difíciles. No podrás salir de ellas usando el hemisferio izquierdo del cerebro. No podrás basarte solo en lo racional. Tendrás que usar tu creatividad para resolverlas”.
Inconformista. “Un emprendedor no puede conformarse con ser ‘normal’. Debe existir la ambición de querer llegar más allá; de ser diferente a lo que hay actualmente en el mercado. Si quieres resultados como la mayoría, haz lo que hace la mayoría, pero si no es así, avanza con ese inconformismo”.
Control de las emociones. “Prepárate para una montaña rusa de emociones. Ten siempre en cuenta esta frase: Cuando la emoción sube, la inteligencia baja. Un emprendedor exitoso siempre es capaz de tomar decisiones con las emociones controladas. Si no eres capaz, no superarás esos momentos por los que todo emprendedor pasa”.
Líder. “El liderazgo es ser capaz de transformar todo lo que tienes en tu mente en resultados reales. Ese es el verdadero líder. Desarrolla todas las habilidades de liderazgo que provoquen que tus ideas se lleven a la realidad”.
3) Conocimiento empresarial.
Liquidez. “No existe proyecto emprendedor sin liquidez. Que no te cuenten historias. Sí se puede arrancar una empresa con poca inversión, pero después vas a necesitar conocer bien las pautas a seguir para tener una empresa que genere dinero en el banco. Las pymes necesitan liquidez para sobrevivir, gestión de cobros y pagos, optimización de beneficio, reducción de costes, etc.”.
Automatización. “No creo que quieras estar toda la vida siendo un trabajador de tu negocio. Si así fuera, no serías empresario, serías un autoempleado. Comienza desde el principio a crear procesos que hagan que cada tarea no dependa de la persona que la ejecute. Para ello, escribe absolutamente todo lo que haces en documentos que sean explicativos”.
Diferenciación. “Piensa en lo que el cliente quiere, y diferénciate de lo que hay en el mercado. Si no te diferencias, entrarás en la odiada guerra de precios y ésta será la única arma para vender. Piensa en que el cliente pagará más (sin mirar precio) por algo que realmente sea diferente y mejor que lo ha visto hasta ahora”.
Ventas. “He escuchado muchas veces la frase de A mí no me gusta vender. Si no te gusta vender, dedícate a otra cosa. La persona que crea un proyecto tiene que ser la que mejor lo venda. Y recuerda que la venta es cuestión de confianza. ¿Cuánta confianza eres capaz de generar?”.
Captación. “Lo que más te va a costar es captar, atraer a clientes nuevos. Hoy en día, es muy caro atraer clientes desconocidos. Tu reto está en desarrollarte en esta área y conseguir que los números salgan en positivo, que cada cliente que entra en tu negocio sea rentable”.
4) Capacidad para crear y gestionar equipos de trabajo.
Pero no hay que olvidar que todo esto va de hacer equipo, porque sin un equipo bien cohesionado y complementado alcanzar resultados positivos costará mucho más.
“Cuando hablamos de ‘emprendedor’ pensamos en ‘una persona’, cuando en la mayoría de los casos se trata de un equipo en el que tiene que haber perfiles deseablemente complementarios”, sostiene Isidro de Pablo, catedrático de Organización de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.
De entre los participantes en un equipo emprendedor, este experto distingue entre el líder, promotor o impulsor, y el resto. “Es a esta persona a la que se refiere, en general, la literatura científica y los medios. Esta persona sí que ha de tener un perfil singular y excluyente en el equipo. Si hay dos o más líderes (gallos les llamo yo de forma coloquial), mala cosa; lo considero un predictor de conflictos y de fracaso a corto-medio plazo”.
Así, entre los rasgos de ese promotor (el ‘alma mater’) del proyecto debe estar siempre, aunque no en este orden, “la motivación de logro, que tiene que ver con la ambición, la tenacidad, la tolerancia a la frustración, la autoconfianza, etc.; la capacidad de comunicación y negociación; buena salud; dedicación al proyecto; enfoque en objetivos concretos y realistas; percepción del entorno; gestión del tiempo; configuración y gestión del equipo en el tiempo; análisis de información y firmeza en la toma de decisiones y gestión del riesgo y de la incertidumbre”, enumera De Pablo.
En ese sentido, Javier Jiménez, director general de Lanzadera, recalca que “un emprendedor ideal es aquel que asume riesgos, ve oportunidades donde otros ven problemas, tiene pasión por lo que hace y también sabe escuchar y no se enamora ciegamente de su producto. Conoce su mercado y sabe rodearse de los mejores, con escasez de recursos. Además, tiene foco, no se dispersa y se centra en ser el número uno en el cumplimiento de su misión”.
5) El emprendedor disruptivo.
Para Carme Castro, coach y socia de Kainova, en el mundo actual, los líderes disruptivos son los que impulsan los cambios en las empresas, “aquellos que ven las cosas desde otra perspectiva y ven soluciones donde a veces no las hay o simplemente los otros no aprecian”.
Consciente de que la incertidumbre (debido a la pandemia, a la inestabilidad económica…) se ha convertido en la normalidad, esta experta considera que existe la necesidad de volver a pensar y repensar cómo está funcionando una empresa. “Es decir, los pilares en los que se basaba el progreso de una organización, como la forma de liderar y gestionar un equipo humano y los diferentes aprendizajes o formaciones, ya no pueden seguir siendo como han sido hasta ahora. Deben transformarse para poder ser parte de los cimientos sobre los que afianzar el futuro de las organizaciones”.
Fuente: Emprendedores