950 27 51 00 / 646 07 30 94 meri.lopez@asensioas.es

Si crees que el Cash Management es la simple gestión del efectivo de tu negocio, no sigas leyendo. Porque en este artículo descubrirás cinco pilares sobre los que se asienta la verdadera gestión de Tesorería.

“Las empresas mueren por la caja no por la cuenta de resultados”. Todavía recuerdo esta frase de mi profesor de Economía de la Empresa en la Universidad. Esta simple afirmación cambió mi percepción sobre lo que hasta entonces había considerado buenos o malos negocios.

La mayoría de las personas siguen valorando el éxito o fracaso de una empresa por su cuenta de resultados: beneficio o pérdida. Sin embargo, esa no es la auténtica vara de medir. El verdadero rasero se encuentra en la capacidad de generar cash, de generar dinero. Porque vender es importante, pero cobrar, lo es más.

En el mundo de los negocios la venta es el arte supremo, si no vendes no hay negocio, pero no basta con vender. Si tras la venta no hay una contraprestación monetaria a tu producto o servicio, ¿para qué vendes?

La mayoría de las acciones que preceden a una venta suponen un coste, un compromiso de pago para aquel que genera un producto o servicio. Una vez generado, la venta se convierte en un compromiso futuro de cobro para aquel que vende. Un “premio” por su trabajo. Sin esa recompensa, el mundo de las empresas y los negocios con ánimo de lucro no tendría sentido.

La gestión del dinero, que se intercambia en forma de cobros y pagos, es el corazón del Cash Management, pero esta definición sería demasiado básica para ti que sigues leyendo este artículo. Por ello, a partir de ahora hablaremos de Cash Management como el conjunto de medidas estratégicas y organizativas que afectan a los flujos monetarios y a los resultados financieros de una empresa o negocio.

Como ya habrás adivinado, el Cash Management o la gestión de Tesorería es una actividad que tolera mal los errores, siempre caros en el sentido más monetario de la palabra. Sin embargo, su buena gestión aporta la satisfacción de ese valor añadido diferenciador que nos hace ser percibidos como buenos profesionales y que permite a nuestro negocio u organización ser más competitivo en un entorno cada vez más exigente.

Si hablamos de beneficio y cash, podemos establecer cuatro tipos de situaciones que se pueden dar en un negocio:

  1. No tener beneficios ni generar cash: negocio herido de muerte o zombi.
  2. No tener beneficios y generar cash: el no tener beneficios puede deberse a una situación puntual como un exceso de inversiones en activos amortizables.
  3. Tener beneficios y no generar cash: por ejemplo, por una mala gestión de los períodos de cobro/pago.
  4. Tener beneficios y generar cash: un negocio muy saludable.

Si quieres formar parte de las empresas o negocios del tipo 4 y gozar de buena salud, te invito a descubrir cinco pilares del buen Cash Management:

1.-Controla tu posición.

La posición de tesorería es el punto de partida de una buena gestión. Conocer cuáles son y serán los saldos previstos en tus entidades financieras te permitirá poder hacer frente a los pagos comprometidos de tu negocio. Porque no hay nada peor que no saber si tienes liquidez para pagar tus deudas.

El cálculo de la posición de tesorería se realiza combinando los movimientos reales de cobros y pagos junto a las previsiones, todos ellos en fecha valor (fecha desde la que se devengan intereses y a partir de la cual se puede disponer del dinero). Lo habitual es que se realice a diario y que su proyección sea a corto plazo. Este cálculo ayuda a:

  • Detectar con antelación posibles desfases entre cobros y pagos y reajustar las políticas de cobro/pago.
  • Tomar decisiones de financiación o de inversión de fondos con un horizonte más amplio y con cantidades más precisas.
  • Minimizar saldos ociosos que generan ineficiencias en el resultado financiero.
  • Controlar y reclamar las condiciones firmadas con las entidades financieras en nuestra operativa diaria

Si todavía no cuentas con una posición de tesorería periódica y bien definida, es el momento de que te pongas manos a la obra.

2.- Elabora un buen presupuesto.

El presupuesto de tesorería es un paso intermedio entre el presupuesto económico-financiero y la posición de tesorería. Es una herramienta de decisión táctica más que estratégica, informa del uso de la financiación e inversiones y se realiza a nivel de conceptos presupuestarios. Su horizonte temporal suele ser de un año.

Se elabora a partir de los presupuestos realizados por cada área del negocio: compras, ventas, producción, recursos humanos, marketing…, transformando los ingresos/gastos en cobros/pagos.

El presupuesto de tesorería se caracteriza por ser una herramienta que:

  • Cuantifica los medios a disponer por la empresa para alcanzar los objetivos.
  • Facilita identificar desviaciones y tomar medidas correctoras.
  • Tiene carácter participativo.
  • Es flexible, se adapta al cambio.
  • Detecta ineficiencias en la gestión.

Como todo presupuesto que se precie, es una hoja de ruta, una guía que puede verse modificada por diversas variables, tanto internas como externas. Lo más importante es elaborarlo con la mayor precisión posible, en base a la información pasada, presente y futura, e ir analizando el origen de cada una de las desviaciones que se produzcan. Ello te permitirá mejorar poco a poco y evitar una gran cantidad de imprevistos.

Los presupuestos no son más que declaraciones de prioridades. ¿Tienes claras las tuyas?

Leer más…

 

Fuente: Emprendedores

Ir al contenido