España recupera el empuje del emprendimiento innovador previo a la pandemia y aumenta por primera vez el número de mujeres frente a los hombres que emprenden. Así lo pone de manifiesto el último Informe GEM (Observatorio del emprendimiento en España).
A lo largo del año 2021 la actividad emprendedora reciente (TEA) se ha recuperado hasta alcanzar una tasa del 5,5 % de la población, porcentaje similar al registrado antes de que estallara la crisis sanitaria, y lo ha hecho a pesar del repunte del abandono empresarial (2,2 %).
Es una de las conclusiones que se extraen del nuevo informe del Observatorio del Emprendimiento de España (conocido también como RED GEM España) y ENISA (Empresa Nacional de Innovación) que en colaboración con el Observatorio Mapfre de Finanzas Sostenibles y la Secretaría de Estado para la Digitalización e Inteligencia Artificial, acaba de presentarse en su nueva edición 2021-2022.
Otro dato curioso que apunta el análisis de la Red Gem es el incremento de mujeres involucradas en iniciativas emprendedoras de menos de tres años y medio de vida (5,6 %) , porcentaje superior al de los hombres (5,4 %), y aumenta en todas las fases del proceso emprendedor, aunque sigue muy por debajo en proyectos de mayor nivel tecnológico.
Además, el aumento del porcentaje de personas con intención de emprender en los próximos tres años, que roza el 10% de la población, unido a un aumento de oportunidades percibidas en un entorno post-pandemia, permite prever un mayor crecimiento de la actividad emprendedora en los próximos años, si las circunstancias del entorno lo permiten.
España se posiciona como un país en el que quienes emprenden han resistido mejor la crisis sanitaria, manteniendo las empresas consolidadas y evitando el cierre de iniciativas emprendedoras. Sin embargo, a pesar del aumento de la tasa de emprendedores potenciales, todavía está lejos de alcanzar la media de la UE, de un 15%.
Los cambios en el ecosistema generados por la pandemia.
Además de los ya señalados, el Informe GEM España 2021-2022, refleja otros cambios en el ecosistema emprendedor nacional ocasionados por la pandemia. Estas son algunas de las conclusiones:
Perfil del emprendedor. En cuanto al perfil de la persona emprendedora, el informe apunta que su edad está entre los 35 y 54 años, tiene un nivel educativo medio o superior y formación específica para iniciar el negocio y gestionar su empresa.
Motivación. Más del 70 % considera la escasez de empleo como una de las razones para emprender. Sin embargo, el 43 % de quienes han creado nuevas empresas recientemente también manifiestan motivaciones más ambiciosas, como la de que sus modelos de negocio marquen una diferencia en el mundo, una motivación que recupera su importancia tras la incertidumbre de 2021.
El miedo al fracaso sigue siendo un factor limitador para el 42%, y un inhibidor para el 61% de quienes no emprenden. España se sitúa a la cabeza de sus países europeos de referencia en cuanto al miedo al fracaso de la población, a pesar de la percepción que tienen las voces expertas sobre la mejora de las condiciones del entorno para emprender.
Financiación. Más del 70% de las iniciativas emprendedoras se constituyen con menos de 30.000 euros de capital, y la mayoría se financia con los ahorros personales del emprendedor, quien cada vez tiene mayor conocimiento de las fuentes de financiación más apropiadas para su empresa.
En qué innovan. El 28% de las iniciativas emprendedoras recientes (TEA) innova en producto y/o en proceso, principalmente en su ámbito local y en los sectores de servicios y transformación.
Tamaño de las empresas. La mayoría de las iniciativas emprendedoras son microempresas de menos de 5 personas empleadas. Sin embargo, se percibe un aumento del tamaño de las empresas consolidadas. A pesar de la incertidumbre percibida en el último año sobre las condiciones del entorno, más de la mitad de aquellos que emprenden y que contrataron en los últimos 12 meses han apostado por mantener equipos reducidos de empleos a tiempo completo y con contrato indefinido, y más del 40% prevén contratar a nuevos puestos de trabajo en los próximos años.
Reducción del carácter de empresa familiar. El 70% de las iniciativas emprendedoras se desarrolla en el sector de servicios a empresas y consumo. Sin embargo, el carácter familiar del tejido empresarial está cambiando. En 2021, el 86% de las empresas consolidadas (iniciativas de más de 42 meses de vida) tienen carácter familiar, pero este porcentaje se reduce al 72% en el caso de las iniciativas emprendedoras más recientes. Se prevé por tanto una reducción del carácter familiar de las iniciativas emprendedoras en el futuro, tanto en la estructura de propiedad como en la administración de la empresa.
Proyectos tecnológicos. En torno al 10% de las iniciativas emprendedoras son de nivel tecnológico medio-alto, la cuarta parte localizadas en el sector de servicios a empresas. Son de tamaño medio en el caso de las iniciativas recientes y más grandes en el caso de las consolidadas, y menos de un 10% tienen carácter de empresa familiar.
Internacionalización. Poco a poco las iniciativas emprendedoras van ganando orientación internacional. En 2021 el 35% de las iniciativas recientes vendieron a clientela internacional, frente al 27% de las empresas consolidadas. El porcentaje de iniciativas emprendedoras con orientación internacional (TEA y empresas consolidadas) aumentó en 2021 en todos los rangos de ingresos procedentes de ventas a clientes extranjeros.
Abandono de la actividad emprendedora. El 1,5% de la población adulta cerró o abandonó su actividad empresarial durante 2021, aunque en el 29,6% de las ocasiones otra persona ha retomado la actividad. La principal razón del cierre ha sido la falta de rentabilidad (33,1%), seguido de la oportunidad de vender el negocio (8,4%). La crisis causada por el COVID-19 ha influido sólo en el 1,1% de los abandonos empresariales.
Comunidades más emprendedoras. Cataluña, Madrid y Cantabria se posicionan como las comunidades autónomas con mayor tasa de emprendimiento reciente (TEA), por encima del 5,5% de la media nacional.
Digitalización y sostenibilidad. El GEM analiza por primera vez la adopción de tecnologías digitales y la orientación a la sostenibilidad de las actividades emprendedoras. La conclusión es que la pandemia ha acelerado la adopción de tecnologías digitales como estrategia clave para las compañías.
De hecho un 21% de las iniciativas recientes (TEA) y un 27 % de las empresas consolidadas han mejorado sus planes iniciales de digitalización en 2021. La digitalización de las iniciativas más recientes ha sido mayor que en las empresas consolidadas, principalmente en el sector de servicios a empresas.
Igualmente, la sostenibilidad y preocupación por el impacto social y medioambiental están muy presentes en el desarrollo del modelo empresarial, especialmente las mujeres emprendedoras.
Fuente: Emprendedores