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De acuerdo con un artículo publicado en la página oficial del Banco Cetral Europeo, Bitcoin ha fracasado en su promesa de ser una moneda digital descentralizada global y todavía apenas se utiliza para transferencias legítimas. La última aprobación de un ETF no cambia el hecho de que Bitcoin no es adecuado como medio de pago o como inversión.

Un nuevo artículo publicado en la página oficial del Banco Central Europeo con el título “La aprobación de ETF para bitcoin: el traje nuevo del emperador desnudo” (ETF approval for bitcoin – the naked emperor’s new clothes), firmado por Ulrich Bindseil, Director General de Infraestructura de Mercado y Pagos del organismo, y Jürgen Schaaf, Asesor de Infraestructura de Mercado y Pagos, denuncia que “el valor razonable de Bitcoin sigue siendo cero”.

El artículo pone en cuestión que la decisión de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (la SEC) que autorizó la emisión de fondos cotizados en bolsa (ETF) al contado para Bitcoin, suponga que las inversiones en Bitcoin sean seguras. De hecho, estos autores reiteran que “el valor razonable de Bitcoin sigue siendo cero” (the fair value of Bitcoin is still zero). Y frente a la fuerte revalorización experimentada por la criptomoneda tras la decisión de la SEC, los autores del artículo señalan que, para la sociedad, un nuevo ciclo de auge y caída de Bitcoin es una perspectiva nefasta, cuyo daño colateral, incluido el medioambiental, será enorme.

Estos autores recuerdan que ya en noviembre de 2022, en su artículo “Bitcoin’s last stand” advirtieron sobre las que consideraban falsas promesas de Bitcoin.

Argumentaron entonces que Bitcoin no ha cumplido su promesa original de convertirse en una moneda digital descentralizada global, ni se iba a convertir en un activo financiero cuyo valor seguiría aumentando.

Hoy señalan que, “desgraciadamente, todos estos riesgos se han materializado”.

• Hoy en día, las transacciones de Bitcoin siguen siendo inconvenientes, lentas y costosas. Fuera de la dark web, la parte oculta de Internet que se utiliza para actividades delictivas, apenas se utiliza para pagos. Las iniciativas regulatorias para combatir el uso a gran escala de la red Bitcoin por parte de delincuentes no han tenido éxito todavía. Incluso el patrocinio total por parte del gobierno de El Salvador, que le otorgó estatus de moneda de curso legal y se esforzó por iniciar efectos de red a través de un regalo inicial de Bitcoin de $30 en bitcoins gratis a los ciudadanos, no pudo establecerlo como un medio de pago exitoso.

• Asimismo, Bitcoin todavía no es adecuado como inversión. No genera ningún flujo de caja (a diferencia de los bienes raíces) ni dividendos (como las acciones), no puede usarse productivamente (como las materias primas), no ofrece ningún beneficio social (como las joyas) ni una apreciación subjetiva basada en habilidades sobresalientes (como las obras de arte). Los inversores minoristas con menos conocimientos financieros se sienten atraídos por el miedo a perderse algo, lo que les lleva a perder potencialmente su dinero.

• Y la minería de Bitcoin utilizando el mecanismo de prueba de trabajo continúa contaminando el medio ambiente en la misma escala que países enteros, y los precios más altos de Bitcoin implican un mayor consumo de energía, ya que los mineros pueden cubrir los costos más altos.

Sin embargo, señalan Bindseil y Schaaf, aunque todo esto era conocido y la reputación de toda la escena criptográfica se ha visto dañada por una larga y creciente lista de escándalos adicionales, Bitcoin se ha recuperado a lo grande desde finales de diciembre de 2022, pasando de poco menos de 17.000 dólares a más de 52.000 dólares. Los pequeños inversores están volviendo a las criptomonedas, aunque todavía no se lanzan de cabeza como lo hicieron hace tres años.

Pero para estos expertos, la historia de Bitcoin se ha caracterizado por la manipulación de precios y otros tipos de fraude.

Por otra parte, añaden, una utilidad clave que ofrecen las criptomonedas es la financiación del terrorismo y delitos como el lavado de dinero y el ransomware. La demanda de este infame beneficio es grande y está creciendo.

Bitcoin sigue siendo la principal opción para el lavado de dinero en el mundo digital, con direcciones ilícitas transfiriendo 23.800 millones de dólares en criptomonedas en 2022, lo que supone un aumento del 68,0% con respecto al año anterior. Aproximadamente la mitad de estos fondos se canalizaron a través de los principales intercambios que, a pesar de contar con medidas de cumplimiento, sirven como conductos para convertir criptomonedas ilícitas en efectivo.

Además, las criptomonedas siguen siendo el medio preferido para los pagos de ransomware: los ataques a hospitales, escuelas y oficinas gubernamentales generaron 1.100 millones de dólares en 2023, en comparación con 567 millones de dólares en 2022.

En definitiva, para estos analistas, el nivel de precios de Bitcoin no es un indicador de su sostenibilidad, ya que no hay datos económicos fundamentales, ni un valor razonable del que puedan derivarse previsiones serias. No existe una “prueba de precio” en una burbuja especulativa. En cambio, una reflación de la burbuja especulativa muestra la eficacia del lobby de Bitcoin. La capitalización “de mercado” cuantifica el daño social general que se producirá cuando el castillo de naipes se derrumbe.

Por ello concluyen destacando que es importante que las autoridades estén alerta y protejan a la sociedad del lavado de dinero, los delitos cibernéticos y de otro tipo, las pérdidas financieras para las personas con menor educación financiera y los grandes daños ambientales.

 

Fuente: IIILA LEY. Consejo General de Economistas. REAF Asesores Fiscales. (Carlos B Fernández)

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